top of page

Halo

Foto del escritor: PosdatateescriboPosdatateescribo

¿Qué resquicio queda ya del 2020?

Nuestra mente (o por lo menos la mía) sigue aún en ese 14 de Marzo cuándo nos decían que íbamos a estar catorce días en casa, al final resulta que fueron unos pocos más.


Ahí empezó la verdadera revolución: casas que se convertían en gimnasios, oficinas, cocinas profesionales, aulas y no nos quedaba más remedio que eso, reconvertirnos.


Cuántos vinos nos tomamos a través de una pantalla sólo para notar a nuestrxs amigxs más cercanos, más nuestros.

Cuántas sentadillas empezamos haciendo y sobretodo, cuántas terminamos haciendo.

Casas sin balcones ni terrazas dónde el terrado del edificio se convertía en el mayor refugio nunca visto.


De un día para el otro enloquecimos y lxs que como yo nunca habíamos hecho una galleta nos creímos lxs mejores resposterxs del mundo. ¡No pasa nada! Si es para intentarlo, decíamos, no tenemos nada mejor que hacer.


Cuántos directos de instagram nos hicieron las horas un poco más amenas.

Sin duda fueron unos mesos de (re)descubrimiento de todas aquellas cosas que teníamos olvidadas.

Fue sin duda, el momento perfecto para hacer el cambio de armario y deshacernos de todo aquello que ya no nos poníamos (o que simplemente sabíamos que teníamos por tener). ¡¡Ai Marie Kondo y Patri Jordán habéis hecho el año con nosotrxs!!


Cuántxs bailarinxs, cantantes, chefs hay ahora pero de verdad, por qué no cabe duda que fue el momento perfecto para sacar aquello que más nos gustaba.


Para mí, sin duda ahora hay un halo de gratitud y agradecimiento. Cuántos besos me dieron mis abuelos a través de una pantalla con lágrimas en los ojos, cuántos abrazos virtuales me hacían sentirme menos sola y cuántos atardeceres me hicieron sentir un poco más viva.



Comments


bottom of page