Hoy os traigo dos de mis últimos descubrimientos, esta bilogía de Alice Kellen.
Hace un tiempo me sentía un poco perdida y con el duelo de no tener nada para leer de mi querida E.Benavent.
Después de hacer búsqueda en varios blogs y leer muchas reseñas sobre ellos decidí empezar con Alice Kellen y su historia de Deja que ocurra.
La verdad es que no ha podido ser más acertado porque Leah y Axel me han tenido pegada a las páginas desde el primer párrafo del libro.
Siempre encontramos algun momento en el que nos sentimos vacixs como Leah pero también tenemos esas ganas de seguir adelante como Axel.
Cada día que pasaba quería leer más y saber como iba a avanzar esta historia. La situación de Leah (sin hacer spoiler) me dejó con un mal sabor de boca aunque el ímpetu de Axel me tenía absolutamente enganchada.
La autora por supuesto, me ha cautivado y ya he empezado a leer varias de sus novelas. Tiene algo fresco, magnético que hace que siempre quieras un poco más y sean esas historias que te quedas hasta tarde por la noche leyendo (justo lo que me pasó a mí)
Una historia de amor, de valentía, de lucha, de coraje, de enfrentarse a los miedos y de lanzarse al vació. Estoy segura que en algún momento te irás identificando con los dos y no sabrás muy bien de que lado posicionarte (si es que hay lados, ahí lo dejo).
Os dejo un trocitos de la sinopsis para que vayáis abriendo boca y os animeis a leerla.
Leah está rota. Leah ya no pinta. Leah es un espejismo desde el accidente que se llevó a sus padres.
Axel es el mejor amigo de su hermano mayor y, cuando accede a acogerla en su casa durante unos meses, quiere ayudarla a encontrar y unir los pedazos de la chica llena de color que un día fue.
Porque es el mar, noches estrelladas y vinilos de los Beatles.
Porque a veces basta un «deja que ocurra» para tenerlo todo.
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